Es urgente darnos cuenta de que ya no quedan lugares donde poner los residuos de la economía del derroche en que vivimos, nuestros recursos energéticos y naturales son limitados, se están fabricando productos no para satisfacer necesidades sino para justificar un consumo ilimitado. El objetivo de tratar este tema es ver que hay una economía viable sin una obsolescencia programada y sin impacto sobre el ambiente, de la cual tenemos que participar todos para este cambio.
La producción en masa y la sociedad de consumo está creando el problema de productos que duran poco tiempo, un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios. Esta no es la forma de reactivar una economía.
Aún en la actualidad seguimos llevamos un estilo de vida de los años cincuenta que sentó las bases del consumo actual. Su objetivo son compras frecuentes y repetidas sin obligarnos a comprar un producto e ir por propia voluntad. Reparar las cosas nos sale más caro, que comprar un producto o artículo nuevo, el motor secreto de nuestra sociedad de consumo. Estamos consumiendo para poseer algo más nuevo más que para satisfacer una necesidad.
Este documental que veremos muestra como se nos ha definido nuestras vidas desde los años 20, cuando los fabricantes empezaron a acortar la vida de los productos para aumentar las ventas. Descubriremos como diseñadores e ingenieros se vieron forzados a adoptar nuevos valores y objetivos para crear algo más frágil.
Todo está calculado, cuando terminas de pagar algo, este ya no sirve o se tiene que cambiar por la nueva tecnología. Existen patentes de muchas cosas pero ninguna se ha llegado a comercializar por el simple hecho de que estás podrían fin a la obsolescencia programada.
Veamos está hermosa poesía:
(Dar un click a la imagen para una merjor visualización)
Por último disfrutemos este bello huapango de José Pablo Moncayo García: