El objetivo de este tema es buscar al maestro que se encuentra en nuestro interior, nuestra verdadera esencia, nuestro verdadero ser, en el que solo existe luz y amor, aquel que nos ayuda a descubrir las habilidades, las destrezas, las capacidades y las experiencias que ya tenemos.
Empezemos con la Leyenda de la Taza
(Dar un click en la imagen para una mejor visualización)
A nuestra mente le llegan todo tipo de ideas, la puerta que le abrimos a la mente algunas veces pueden ser juicios, miedos, resentimientos, odios, egos (el infierno) y otras veces son de bondad, integridad, rectitud, amor (el cielo). La maestría espiritual la encontramos cuando elegimos dejar a un lado las vibraciones densas y solo le abrimos a nuestra mente la puerta de vibraciones de luz y amor.
Al elegir la puerta de luz, se empiza a activar el ADN de todas las células del cuerpo, para que pueda surgir el vidente, el enviado, el elegido, el iluminado, el sanador, aquel ser capaz de crear una nueva realidad y con la plena confianza de estar conectado a la fuente divina.
El caso del Maestro Jesús de Nazaret, él irradiaba el gran amor que sentía por todas las personas y lo expresó asi a una mujer samaritana.
Veámoslo en el siguiente enlace ”La Mujer en el Pozo, mujer samaritana”
Ayudando a que los demás a no perder la confianza, a tener optimismo, alegría, ilusión, sin caer en su misma situación, ya que cada uno es responsable de sus propios actos.
Veamos el siguiente enlace “DECÁLOGO PARA TU MAESTRÍA”
Esa vibración amorosa que solo genera pensamientos elevados.
Veamos este otro enlace llamado “ EJERCER TU MAESTRÍA”
La simplicidad que está en el corazón, aquella que acepta, crea y hace simple lo complicado, la que emerge de tantas vidas transitadas.
Es reunirnos desde nuestra esencia y hablar el lenguaje de luz, en un verdadero esfuerzo, trabajo, interés por los demás en donde hay voluntad de cambio, ganas de hacer el bien, es poner de nuestra parte todos.
Veamos este último enlace llamado “LA VERDADERA MAESTRIA”
Y recuerda . . .