La felicidad es más que solo lograr grandes aspiraciones, es también disfrutar de todas las cosas sencillas y simples de la vida. Aprender a resolver los desafíos que a diario surgen, veamos el siguiente relato que nos ayudará a reflexionar:
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Es muy fácil ser amable, bondadoso, agradecido, humilde cuando las cosas nos van de maravilla, sin embargo aún con la pérdida de la salud, la falta de trabajo, la pérdida de un ser querido, los problemas familiares, podemos elegir la clase de actitud que tomamos ante una determinada situación.
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Tener una actitud objetiva, equilibrada y positiva nos permitirá seguir siendo agradecidos y amables con los demás y seguir adelante en nuestro camino por la vida, en cambio una actitud negativa nos estanca, nos deja encerrado en situaciones externas, nos hace ver todo con pesimismo, nos desanimamos a nosotros mismos y no nos ayuda en nada a resolver una situación.
Todos hemos sentidos alegría y tristeza, estas son emociones pasajeras, espontáneas, que se dan ante determinadas circunstancias y responden a estímulos externos. En cambio la felicidad es algo más profundo, refleja un estado de armonía, plenitud y bienestar interno, de valorar la vida.
Es valorar lo que se tiene y no estar tristes o envidiando por lo que se carece, agradeciendo a los seres queridos y amigos su amor incondicional.
Es aprender de las experiencias tanto de las agradables, como de las desagradables, es buscar el equilibrio y la armonía emocional, física, mental y espiritual.
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Disfrutemos la canción “Vive la vida intensamente” de Napoleón
Otra bonita canción es la de Gualberto Castro
Algunos pasos a seguir para ser más felices son:
Y recuerda . . .