Algunas virtudes y defectos,
fueron participes de una historia que no es,
influenciando las mentes de los hombres.
“¿Honor, eres tú?” Le pregunta Riqueza,
a un pensativo ser que mira con lágrimas,
a Verdad Cotidiana, débil y dañada.
“¿Honor te ayudo?” Continua Riqueza,
“Pensé, en el lejano Nadie vivías”.
Honor mira a Verdad; a Riqueza, no la mira.
Honor como flotando en el vacío… se siente,
sostenido por un hilo de vida que no se rompe,
porqué en él mismo, un poco de fuerzas
nacen.
Amor viene y se va callado, como de costumbre,
aunque queda un perfume, que confunde,
si se ha marchado o está aún presente.
Honor se fortalece y desea dejar con Ruina,
a los que dañan a su amiga, Verdad Cotidiana.
Pero… los hombres se empecinan con Riqueza.
(Riqueza Material, no sus lejanos parientes:
Riqueza Moral y Riqueza espiritual;
Material, es la más joven de los Riqueza.)
Ésta Riqueza, es avara, engañosa y seductora.
Sólo habla para hacerse notar y buscar conquistar.
Pero aún algunos pocos, no la escuchan..
Honor mira fijo a Verdad, y se aleja;
ella le sonríe y él lleva en sí su sonrisa.
Antes de irse, fuerte murmura:
“Tocaré a los valientes, recorreré el mundo.”
Y se dirige primero a un lugar lejano pero cercano.
A hablar con Sabiduría, para consultarle el camino.
Sabiduría lo orienta, le enuncia con voz dudosa
donde buscar a los que a Verdad mejor fortalezcan,
para que las virtudes no queden olvidadas.
Cuando Mentira emerge, Verdad dolorida queda,
y muchos se habían olvidado de las virtudes al mirar,
a la seductora Riqueza que tiende a hacer olvidar,
a aquellos que van tras ella, en su búsqueda,
deseándola como primera meta en la vida.
Se quedan como adormecidos intentándola.
Desde entonces Honor, guiado por Sabiduría,
motiva a corazones en la humanidad,
para que Verdad Cotidiana no muera.
Javier R. Cinacchi