Preocupaciones: todos las tenemos, está en nuestra naturaleza humana preocuparnos simplemente por los acontecimientos o las situaciones de la vida. Algunos nos preocupamos más que otros y muchos nos preocupamos tanto que nos entra ansiedad incluso de pensar en todas las cosas que nos preocupan.
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¿Alguien?
¿Sólo yo?
Ah, vale. Sigamos adelante entonces.
Aunque tener preocupaciones es normal, pueden dominar tanto nuestra vida que nos olvidamos del Dios que tenemos, el Dios en el que podemos apoyarnos, el Dios que está ahí constantemente ayudándonos a resolver la vida a través de la oración y de Su Palabra. Nos olvidamos de que somos GUERREROS y no sólo preocupadores. Nos olvidamos de que las Escrituras tienen mucho que decir sobre nosotros y las preocupaciones. Así que quería recordarte el Amor de Dios por nosotros a través de Su Palabra y delo que Él tiene que decir sobre las preocupaciones. No importa si estás preocupado por el mañana, por el alquiler, por tu próxima comida o incluso por la muerte. Dios tiene sabiduría más allá de nosotros y nos ayuda a caminar a través de ella.
Filipenses 4:6-7 "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias; y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
Qué difícil es no preocuparse ni angustiarse por nada cuando leemos aquí que no hay que preocuparse por... nada. Es muy difícil, pero a medida que me he acercado al Señor he aprendido a dejar de lado poco a poco las cosas pequeñas y estoy llegando a dejar de lado las cosas realmente grandes.
1 Pedro 5:7 "Echad sobre él todas vuestras angustias, porque él cuida de vosotros".
Él se preocupa por ti y por mí. Simple. Él es bueno, Él se preocupa y porque Él se preocupa dice, que echemos todas nuestras preocupaciones sobre Él. Pero, ¿cómo hacemos eso? Oración. ¡Ponte de rodillas y entrégaselo a Dios!
Mateo 6:25-34 "Por eso os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: ni siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de más valor que ellas? Y ¿quién de vosotros, afanándose, puedeConsidera los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan, pero te digo que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos".
Mientras crecía mi familia era muy pobre, mi padre tenía dos pares de sudaderas y yo usé las mismas sandalias durante 3 años. Mi madre estaba embarazada y tenía dos vestidos de maternidad y dormíamos en el suelo. Nunca olvidaré la habilidad de mis padres de poner todas sus ansiedades y preocupaciones en Dios para que les proveyera. Recuerdo que un día mi madre se arrodilló y oró por comida. Sólo teníamos un par de libras.Unas horas más tarde, alguien llamó a nuestra puerta y la mujer nos dijo que el idiota de su hijo había comprado el doble de todo lo que había en su lista. Mi madre le cogió la mano y le pidió que no regañara a su hijo porque Dios había escuchado sus oraciones. No me lo puedo inventar. ¡Es verdad! He visto lo que el poder de la oración puede hacer cuando se trata de confiar en Dios.en lugar de preocuparse.
Proverbios 12:25 "La ansiedad en el corazón del hombre lo agobia, pero una buena palabra lo alegra".
¿Alguna vez ha estado agobiado por la preocupación? ¿El tipo de preocupación que lastima el alma? ¿Se siente maravilloso? Absolutamente NO! La preocupación y la ansiedad nos agobian tanto, ¡pero una buena Palabra del Señor nos alegra!
Mateo 6:33-34 "Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". "No os afanéis, pues, por el día de mañana, porque el día de mañana se afanará por sí mismo; basta al día su propia aflicción".
Cuando nos preocupamos, en realidad no estamos dedicando tiempo a leer la Palabra y a orar, sino que estamos demasiado ocupados revolcándonos en la lástima. Dios nos concede una salida. A veces no es fácil, pero nos ofrece libertad acercándonos a Él. Búscale a Él primero y todas las demás cosas te serán añadidas! El día de hoy tiene sus propios problemas, ¡acércate a Dios con él!
Filipenses 4:13 "Todo lo puedo en Aquel que me fortalece".
La gente saca este versículo de contexto y es lamentable, porque en realidad es más profundo de lo que lo utilizamos. estaba en la cárcel escribiendo esto y estaba hambriento, desnudo y... sin preocupaciones. No conozco a muchos que estén en el lugar de Pablo, pero seguro que nos preocupamos como si lo estuviéramos. Si él puede proclamar esto, ¡nosotros también podemos y dejar de preocuparnos!
Mateo 11:28-30 "Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os aliviaré. Llevad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y mi carga ligera."
Este es un versículo tan profundo. Nos invita a descansar en Él. Reza y pídele que te dé paz incluso cuando las cosas no vayan bien. Que te dé fuerzas para atravesar lo que sea que te esté preocupando.
Mateo 6:27 "¿Y quién de vosotros por estar ansioso puede añadir una sola hora a su duración de vida?".
Bueno, esto es bastante sencillo, ¿no? En serio, ¿cuándo fue la última vez que la preocupación añadió tiempo a tu vida? En mi opinión, es todo lo contrario: ¡te roba tiempo poco a poco! ¡Tu alegría y tu paz!
Juan 14:27 "La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da; no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo".
El mundo tiene muchas cosas que ofrecer y una de ellas es la preocupación, que perturba nuestros corazones y nos agobia. Lo que Dios tiene que ofrecer no se parece en nada a lo que ofrece el mundo. Paz eterna y fuerza para el día a día. Su Palabra restaura nuestras mentes y sana nuestros corazones. ¿Por qué tener miedo?
Salmo 94:19 "Cuando las preocupaciones de mi corazón son muchas, tus consuelos alegran mi alma".
El libro de los Salmos es un libro tan hermoso, lleno de alabanzas y palabras de algunos de los mejores autores de la historia del mundo. El rey David es uno de ellos. Conocía tan bien el corazón del Señor y sus palabras saben cómo acercarnos mientras expresaba sus cánticos a Dios. Este y muchos expresan la paz de Dios. Cuando nos dejamos llevar y ponemos nuestra confianza en el Señor permitimos que el Señor traiga alegría a nuestras almas. Oh, yo...me encanta este libro
Quiero animarte a que medites en algunos de estos versículos, los memorices y vuelvas siempre a ellos cuando te asalte la preocupación. No dejes que la preocupación te agobie, ¡deja que Dios te enseñe a ser un guerrero!
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